lo público y lo privado
Gracias a los blogs y a herramientas afines, como publicación de fotos o vídeos, estamos acostumbrados a un alto de grado de transparencia en las organizaciones y en las personas, el caso extremo es twitter donde la gente cuenta minuto a minuto su vida.
Ahora, creo que tampoco se puede contar todo, y es algo que me parece que todo blogger tiene claro, lo que pasa es que esa línea es un tanto personal y no siempre se define públicamente, esto puede hacer que los lectores crean que estamos contando todo y no es así, podría hacer hasta que se vieran «engañados». Y por otra parte existe la situación contraria, he notado cierto miedo a la gente al «hablar con un blogger», no quieren que se publiquen cosas y te lo recalcan, incluso se puede ver cierta desconfianza… es una sensación curiosa, incluso algo incómoda.
Por mi parte tengo mucho cuidado en contar cosas que afecten a los demás, si cuento una idea mía no pasa nada, es mi decisión pero en si hay más personas involucradas no lo hago. Y en temas profesionales tengo bastante cautela, incluso a veces me gustaría adelantar cosas o utilizar el blog para consultarlas, pero no lo hago… igual rompe un poco el «espíritu» pero prefiero la cautela, creo que con el paso del tiempo se va perdiendo la vergüenza tanto propia como general, pero es un proceso en el que hay que ser cuidadoso.
No sé cómo se lo toma cada uno, creo que ver que la gente en los blogs personales se sincera más e incluso creo que a veces no son del todo conscientes de que esto es una actividad pública, en cambio en los blogs profesionales sí que creo ver esa separación, por mucho que cuenten, siempre se guardan… bueno si a alguien le apetece contar su experiencia espero los comentarios.
Como curiosidad suelo contar más de mi vida en twitter que aquí, y es un tanto absurdo porque sé que ambos son muy públicos, peor el hecho de ver la lista, y las caras, de los que lo siguen y son todos conocidos hace que me vea más hablándoles a ellos, es curioso como el medio que imita un sms te hace cambiar la forma de utilizar la comunicación. Supongo que Adolfo se lo puede pasar como un enano mirando estas cosas.
Creo que hay dos formas de tomarse un blog: como «querido diario» y como «mi medio de comunicación». Creo que en el primer caso (que los hay) la gente escribe como si no le fuese a leer nadie. En el mejor de los casos, te leen unos cuantos desconocidos que pueden darte su opinión pero que, al no conocer el detalle (los nombres, las personas que están detrás) no se mezclan con la vida real. Es como si el diario de papel hubiese aprendido a hablar y a darte su visión de lo que le cuentas.
Quienes usan (usamos) la otra, «mi medio de comunicación», somos plenamente conscientes de que lo escrito lo puede leer cualquiera, con lo cual nos «cortamos» (unos más y otros menos).
El problema viene cuando en el primer caso se rompe esa lÃnea de «el que lee no sabe a quién se refiere»… entonces es posible que surjan conflictos.
Mi blog siempre ha sido «medio de comunicación» en ese sentido. Igual antes con menos precauciones y ahora con alguna más, pero nunca ha sido un «querido diario».
Muy buena explicación de lo que querÃa contar, efectivamente para mi esto siempre ha sido mi «ventana pública» y no el diario (de hecho nunca he tenido uno ni me lo he planteado).
Y yo en el primer caso, el de contar mi vida, me sentirÃa incómodo, lo curioso es que hay anónimos y lo que más me sorprende, muchos con su nombre real… que ponen a disposición de todo el mundo (y para el futuro) sus sentimientos, algo que no será bueno ni malo, pero de lo que yo me siento incapaz.
Y con lo de las precauciones la verdad es que creo que tengo las mismas, quizás algo menos de pudor, pero también es verdad que nunca he tenido ningún tipo de problema, todo lo contrario.
Mi blog no es un diario, sin embargo quienes comentan en él están empeñados en que lo es. De tal manera que escribo un texto sobre alguien que está desmoralizado… y al dÃa siguiente tengo a la mitad de la blogosfera dándome ánimos. Por mucho que me empeño en decir que son recursos literarios, ellos insisten, y es de agradecer por un lado, por otro no sé yo. Un dÃa en uno de mis post me puse de asesina, eso no se lo creyó nadie.
A veces sà que es cierto que escribo desde mis sentimientos personales, pero lo entremezclo para que nadie sepa lo que es cierto y lo que no.
En realidad me gusta jugar con la incógnita de qué será cierto y qué no.
Y asà digo… «yo siempre afirmo para luego siempre negar»